martes, 29 de junio de 2010

Comentario acerca de la entrada: los niños y las niñas de nadie.

Después de leer ese crudo relato, realmente me entristece ver como nuestros legisladores y una gran parte de la sociedad parece no importarles este tema tan delicado. Es muy fácil ver como sindicatos y asociaciones estudiantiles alzan la voz y se manifiestan bloqueando calles cuando se trata de problemas como privatización de muelles o “soberanía estudiantil”, pero cuando unos pocos médicos del Hospital de Niños claman por una pronta reforma a la ley en contra del abuso infantil, parece que a la mayoría de personas y grupos sociales no les importa.

Como parte de esta sociedad tenemos dos opciones: ser simples espectadores del abuso infantil o unirnos como sociedad civil para proteger lo más valioso de nuestra sociedad: la niñez.

Los niños y las niñas de nadie: un relato para reflexionar y tal vez para llorar.


Viendo los titulares de la Nación, encontré un artículo con un encabezado muy interesante que captó toda mi atención: "Los niños y las niñas de nadie"; empecé a leer sin tener idea del crudo relato que me iba a encontrar.
El artículo fue escrito por Fabiola Chacón, una médico de la unidad de trauma del Hospital Nacional de Niños, en uno de sus párrafos dice: "Tienen sus cuerpos marcados por manchas moradas, sangre, rasguños, mordiscos, quemaduras, descuido y abandono. Son aquellos que el único contacto que reciben es el de la mano que castiga, el látigo que hiere y la indiferencia que mata. Sus almas abarrotadas de indiferencia , desamor y soledad". Sí, son niños maltratados por sus propios padres o tutores, niños que en vez de recibir un tierno abrazo de su madre, reciben golpes, humillaciones y la indiferencia de todos a su alrededor. Son niños (en algunos casos bebés menores de un año) que llegan brutalmente golpeados al hospital sin importar cuán pequeños son.

Lamentablemente estos niños parecen ser invisibles para sus vecinos que en repetidas ocasiones ven como los pequeños son maltratados y abandonados. ¿Será que no los ven?¿O cobardemente elijen no verlos? Mientras muchas personas sigan pensando así, nuestros niños quedarán a merced de sus verdugos. Entonces: ¿hacemos algo o seguimos de macabros espectadores?

miércoles, 23 de junio de 2010

¿Somos consumistas de violencia?

Hace algunos días estuve viendo el programa tabú Latinoamérica en
Natgeo y me pareció interesante un reportaje sobre los fotógrafos de “nota roja”. Estas personas trabajan para periódicos amarillistas tipo Diario Extra, donde las noticias trágicas y títulos casi siempre desagradables acaparan la portada principal de los diarios. Estas personas narran con bastante naturalidad el objetivo de su trabajo y cuentan que son contratados para fotografiar personas víctimas de accidentes de tránsito, asesinatos, violaciones, en fin, todo lo que tenga que ver con hechos de violencia. Pero la pregunta es: ¿Qué pasaría si las personas no compraran este tipo de noticias con imágenes violentas? Sencillo, este tipo de periódicos tendría que dejar de pasar fotografías de víctimas de violencia o accidentes, que a mi punto de vista son un tanto desagradables e irrespetuosas para las familias de las víctimas. Desgraciadamente, muchas personas gustan de este tipo de noticias y en muchos casos compran este tipo de periódicos solo para satisfacer su morbo. Entonces quiere decir que ¿Somos consumistas de violencia? ¿Contribuimos a que este tipo de periódicos continúe con este desagradable hábito?
Varios estudios muestras que la mayoría de personas tienden a comprar más los periódicos donde se acostumbran a mostrar este tipo de imágenes (curiosamente Diario Extra es el periódico más vendido en Costa Rica).
Es una lástima que la sociedad se vea cada vez más inmersa en la violencia, a tal punto que se pierde el lado humano, y el muchos casos se disfruta observar hechos violentos; en conclusión, consumistas de violencia.