martes, 18 de mayo de 2010

Por favor señores diputados: no le falten el respesto a Costa Rica.

Viendo las noticias acerca del polémico aumento salarial de ¢1 800 000 que están promoviendo 45 de los 57 diputados los diputados (pasar de ganar ¢2 930 000 a ¢4 730 000), me pareció interesante una frase que dijo la ex ministra de transportes y actual diputada del PLN acerca del tema. La asambleísta dijo: “Los y las diputadas merecemos tener un salario competitivo; por lo tanto, tenemos que dignificar el salario de los congresistas”. Al escuchar esto, creo que como todo costarricense sentí como mi sistema digestivo se empezaba a retorcer poco a poco al oír tal declaración. Ella argumenta que algunos trabajadores del sector público ganan más del tripe que un diputado (en eso tiene razón: el gerente del BCR gana más de ¢13 000 000 por mes), por lo tanto, según ella tienen que equiparar los salarios del sector público entre cargos similares.

Como costarricense, es difícil concebir tales declaraciones cuando lo que esperábamos era que los diputados iniciaran sus labores promoviendo un pan fiscal más solidario, en aumentar la inversión en educación o garantizar que todos los trabajadores, al menos, reciban el salario mínimo de ley. Para la señora diputa es muy fácil tomar la vía rápida y en vez de trabajar en alguna reforma que regule los salarios exorbitantes en puestos públicos, lo que promueve junto con 44 de sus compañeros es un exagerado aumento nunca antes visto en la asamblea legislativa. Además, nunca logré entender a que se refería con lo de salarios indignos; bueno si ganar casi tres millones de colones por estar debatiendo unas pocas horas al día para ella es injusto, pues me gustaría saber cómo le llamaría ella al salario de muchos trabajadores que no alcanza ni los 200 mil colones al mes.

Es difícil hablar de democracia cuando las personas que el pueblo puso en la asamblea para que legislaran en representación de todos los costarricenses, salen con este tipo de propuestas que le costarían muchos millones al país. Con este tipo de decisiones injustificadas, será muy difícil que la población vuelva a creer en la política costarricense. Ojalá y se lograra hacer algo para impedir este tipo de abusos por parte del poder legislativo; y una vez más recalco: por favor señores diputados, no le falten el respeto al país.

lunes, 3 de mayo de 2010

Otra contradicción de Don Oscar Arias.

La semana pasada tuve la oportunidad de ver al presidente Oscar Arias ser entrevistado por una periodista de la cadena CNN. La reportera le hizo dos buenas preguntas, la primera fue que como él podía hablar de conservación a la comunidad internacional si él aprobaba explotaciones mineras a cielo abierto como en Crucitas. En la segunda pregunta le pidió su opinión acerca del gobierno de Hugo Chaves en Venezuela. Curiosamente, don Oscar no respondió a la primera pregunta y en la segunda solo argumentó que si un demócrata no tenía oposición tenía que “inventarla” y que Hugo Chaves no suele compartir esa ideología. Está respuesta me hizo recordar un comentario muy repetitivo a través de sus cuatro años de gobierno cuando siempre decía que en Costa Rica no habían oposición sino solo obstrucción de parte de algunos partidos políticos. Entonces mi pregunta es: ¿quién es el que no acepta las críticas de parte de la oposición? Creo que a veces nuestro presidente debería pensar un poco lo que va a decir o al menos tratar de ser más sincero con el país y la comunidad internacional.