lunes, 5 de julio de 2010

Adiós al gigante: no siempre se gana.


El viernes pasado todos los apasionados por el futbol vimos algo impensable: Brasil eliminado por Holanda. Brasil, un equipo que previo a la copa había ganado todos los torneos en que participó, fue derrotado por una selección holandesa que jugó un futbol práctico y supo golpear al gigante en el momento justo. Brasil no puede ser juzgado como Argentina, ya que fueron eliminados por diferentes circunstancias. Brasil tenía un equipo tácticamente muy bien trabajado por su entrenador Dunga pero se topó con una Holanda a la cual no mató en el momento que tuvo la oportunidad. Los holandeses agradeciendo el favor, aprovecharon los horrores de Brasil y como el equipo grande que siempre han sido, no le perdonaron la vida a un Brasil, que aunque ordenado, no mostro el “jogo bonito” que los caracteriza y terminaron diciendo adiós al mundial.

Referendo sobre uniones entre homosexuales

Los matrimonios entre homosexuales siempre serán una discusión sin fin. Para mí, el matrimonio tiene tintes religiosos y en el caso de Costa Rica es de origen cristiano. Pero bueno, volviendo al tema creo que es una violación de los derechos humanos consultar a toda una población (mayoritariamente heterosexual) sobre los derechos que tienen o deberían tener los homosexuales. Para nadie es un secreto que la medida en sí misma es discriminatoria. Para cuestiones de tipo legal, creo que estas personas deberían tener respaldo de la ley. Nos guste o no, no podemos imponer la creencia cristiana en ese tema.

Un ex jugador que pensó que era entrenador


En Argentina al igual que aquí en tiquicia, muchos ex jugadores de futbol piensan que por el hecho de haber estado en una cancha pateando un balón, eso los convierte automáticamente en técnicos profesionales sin necesidad de ir a una universidad de futbol a prepararse una vez que terminen su carrera como jugadores.
Para todos los que somos amantes del futbol argentino fue muy triste ver como la albiceleste se despidió del mundial de futbol siendo goleada por la poderosa selección alemana. Entonces una vez consumada la tragedia, es hora de buscar al principal responsable: el Diego, sí el de la “mano de dios”, “el genio”, “el 10”, “el di10s”, bueno el que se hace acreedor de todo ese tipo e estupideces que un día lo hicieron pensar que era superior a todos, bueno, tal vez bajo los efectos de alguna droga si llegó a pensarlo de esa manera.
El caso es que Argentina con todo y el mejor jugador del mundo (Messi), tuvo que marcharse de la ciudad de Pretoria, sin título y con el dolor de otra eliminación mundialista sobre sus hombros. Pero ¿Maradona es el principal responsable? es una pregunta interesante. Cuando Maradona tenía que asistir a clases a la universidad para obtener su licencia de entrenador clase “A” para poder dirigir en el mundial, simple y sencillamente no asistió, y las autoridades del futbol dijeron: bueno es Maradona, para que obligarlo, él no necesita venir. ¿No necesitaba ir? Creo que después de haber visto jugar a la Argentina en el mundial, esas personas piensan muy diferente.
El asunto es que una federación de futbol no puede pretender alcanzar algo importante cuando se pone al frente de un equipo a una persona con ínfulas de “rey” que piensa que es entrenador solo porque un día jugó futbol. Argentina con Maradona nunca jugó a nada, pensaron que con el futbol deficiente mostrado ante Corea y México, era suficiente para ganar la copa. No Maradona, para ganar un campeonato se necesita algo más que decir que se tiene al mejor jugador del mundo, se necesita armar un equipo con orden táctico que trabaje el bloque y maneje todos los conceptos de juego moderno; el futbol no se juega individual, se juega en equipo. Lastimosamente Alemania le dio una lección de cómo se juega futbol en equipo sin necesidad de tener a los mejores jugadores del mundo, pero bueno, Alemania si tiene entrenador.
Ahora solo esperemos cuatro años más a ver si se aprendió de los errores.

martes, 29 de junio de 2010

Comentario acerca de la entrada: los niños y las niñas de nadie.

Después de leer ese crudo relato, realmente me entristece ver como nuestros legisladores y una gran parte de la sociedad parece no importarles este tema tan delicado. Es muy fácil ver como sindicatos y asociaciones estudiantiles alzan la voz y se manifiestan bloqueando calles cuando se trata de problemas como privatización de muelles o “soberanía estudiantil”, pero cuando unos pocos médicos del Hospital de Niños claman por una pronta reforma a la ley en contra del abuso infantil, parece que a la mayoría de personas y grupos sociales no les importa.

Como parte de esta sociedad tenemos dos opciones: ser simples espectadores del abuso infantil o unirnos como sociedad civil para proteger lo más valioso de nuestra sociedad: la niñez.

Los niños y las niñas de nadie: un relato para reflexionar y tal vez para llorar.


Viendo los titulares de la Nación, encontré un artículo con un encabezado muy interesante que captó toda mi atención: "Los niños y las niñas de nadie"; empecé a leer sin tener idea del crudo relato que me iba a encontrar.
El artículo fue escrito por Fabiola Chacón, una médico de la unidad de trauma del Hospital Nacional de Niños, en uno de sus párrafos dice: "Tienen sus cuerpos marcados por manchas moradas, sangre, rasguños, mordiscos, quemaduras, descuido y abandono. Son aquellos que el único contacto que reciben es el de la mano que castiga, el látigo que hiere y la indiferencia que mata. Sus almas abarrotadas de indiferencia , desamor y soledad". Sí, son niños maltratados por sus propios padres o tutores, niños que en vez de recibir un tierno abrazo de su madre, reciben golpes, humillaciones y la indiferencia de todos a su alrededor. Son niños (en algunos casos bebés menores de un año) que llegan brutalmente golpeados al hospital sin importar cuán pequeños son.

Lamentablemente estos niños parecen ser invisibles para sus vecinos que en repetidas ocasiones ven como los pequeños son maltratados y abandonados. ¿Será que no los ven?¿O cobardemente elijen no verlos? Mientras muchas personas sigan pensando así, nuestros niños quedarán a merced de sus verdugos. Entonces: ¿hacemos algo o seguimos de macabros espectadores?

miércoles, 23 de junio de 2010

¿Somos consumistas de violencia?

Hace algunos días estuve viendo el programa tabú Latinoamérica en
Natgeo y me pareció interesante un reportaje sobre los fotógrafos de “nota roja”. Estas personas trabajan para periódicos amarillistas tipo Diario Extra, donde las noticias trágicas y títulos casi siempre desagradables acaparan la portada principal de los diarios. Estas personas narran con bastante naturalidad el objetivo de su trabajo y cuentan que son contratados para fotografiar personas víctimas de accidentes de tránsito, asesinatos, violaciones, en fin, todo lo que tenga que ver con hechos de violencia. Pero la pregunta es: ¿Qué pasaría si las personas no compraran este tipo de noticias con imágenes violentas? Sencillo, este tipo de periódicos tendría que dejar de pasar fotografías de víctimas de violencia o accidentes, que a mi punto de vista son un tanto desagradables e irrespetuosas para las familias de las víctimas. Desgraciadamente, muchas personas gustan de este tipo de noticias y en muchos casos compran este tipo de periódicos solo para satisfacer su morbo. Entonces quiere decir que ¿Somos consumistas de violencia? ¿Contribuimos a que este tipo de periódicos continúe con este desagradable hábito?
Varios estudios muestras que la mayoría de personas tienden a comprar más los periódicos donde se acostumbran a mostrar este tipo de imágenes (curiosamente Diario Extra es el periódico más vendido en Costa Rica).
Es una lástima que la sociedad se vea cada vez más inmersa en la violencia, a tal punto que se pierde el lado humano, y el muchos casos se disfruta observar hechos violentos; en conclusión, consumistas de violencia.

martes, 18 de mayo de 2010

Por favor señores diputados: no le falten el respesto a Costa Rica.

Viendo las noticias acerca del polémico aumento salarial de ¢1 800 000 que están promoviendo 45 de los 57 diputados los diputados (pasar de ganar ¢2 930 000 a ¢4 730 000), me pareció interesante una frase que dijo la ex ministra de transportes y actual diputada del PLN acerca del tema. La asambleísta dijo: “Los y las diputadas merecemos tener un salario competitivo; por lo tanto, tenemos que dignificar el salario de los congresistas”. Al escuchar esto, creo que como todo costarricense sentí como mi sistema digestivo se empezaba a retorcer poco a poco al oír tal declaración. Ella argumenta que algunos trabajadores del sector público ganan más del tripe que un diputado (en eso tiene razón: el gerente del BCR gana más de ¢13 000 000 por mes), por lo tanto, según ella tienen que equiparar los salarios del sector público entre cargos similares.

Como costarricense, es difícil concebir tales declaraciones cuando lo que esperábamos era que los diputados iniciaran sus labores promoviendo un pan fiscal más solidario, en aumentar la inversión en educación o garantizar que todos los trabajadores, al menos, reciban el salario mínimo de ley. Para la señora diputa es muy fácil tomar la vía rápida y en vez de trabajar en alguna reforma que regule los salarios exorbitantes en puestos públicos, lo que promueve junto con 44 de sus compañeros es un exagerado aumento nunca antes visto en la asamblea legislativa. Además, nunca logré entender a que se refería con lo de salarios indignos; bueno si ganar casi tres millones de colones por estar debatiendo unas pocas horas al día para ella es injusto, pues me gustaría saber cómo le llamaría ella al salario de muchos trabajadores que no alcanza ni los 200 mil colones al mes.

Es difícil hablar de democracia cuando las personas que el pueblo puso en la asamblea para que legislaran en representación de todos los costarricenses, salen con este tipo de propuestas que le costarían muchos millones al país. Con este tipo de decisiones injustificadas, será muy difícil que la población vuelva a creer en la política costarricense. Ojalá y se lograra hacer algo para impedir este tipo de abusos por parte del poder legislativo; y una vez más recalco: por favor señores diputados, no le falten el respeto al país.